En nuestra parroquia concebimos el bautismo como un proceso de fe abierto al futuro. Nuestra intención es integrar al bautizado y su familia en la comunidad cristiana de la parroquia. Que el bautismo sea realmente un despertar religioso, un momento de encuentro, celebración y entrega que involucre a padres y padrinos.

Para celebrar el bautismo en nuestra parroquia os recomendamos acudir a la sacristía para concertar el día y la hora de su celebración. Previamente al bautismo se impartirá un cursillo a los padres, apoyándoles y acompañándoles en la preparación del sacramento, elección de los padrinos, etc. Y finalmente tendremos un último encuentro para preparar la celebración.

El sacramento de la Penitencia, Reconciliación, o Confesión, es el sacramento instituido por Jesucristo para borrar los pecados cometidos después del Bautismo.  Es el sacramento de nuestra curación espiritual, llamado también sacramento de la conversión, porque realiza sacramentalmente nuestro retorno a los brazos del Padre después de que nos hemos alejado con el pecado.

Tendremos siempre un espacio para confesiones antes de las celebraciones de la Eucaristía y siempre que se pida. También durante la Eucaristía de 12:00 h de los domingos. Y también contamos con las celebraciones comunitarias de Reconciliación en Adviento y Cuaresma.

El Matrimonio es el sacramento que santifica la unión indisoluble entre un hombre y una mujer cristianos, y les concede la gracia para cumplir fielmente sus deberes de esposos y de padres.

Será recomendable ponerse en contacto con la parroquia, en el despacho parroquial, con antelación de al menos tres meses de la fecha de celebración del matrimonio.

Es requisito necesario para la celebración del matrimonio hacer un cursillo de preparación.

En el Arciprestazgo de Guadalajara lo organiza la Delegación Diocesana de Familia:

Formulario inscripcion curso matrimonios

La “Unción de Enfermos” es el sacramento que da la Iglesia para atraer la salud de alma, espíritu y cuerpo al cristiano concediéndole una gracia especial para enfrentar las dificultades propias de una enfermedad grave o de la vejez.

Así, cuando sea posible (no siendo requisito imprescindible que exista peligro de muerte) se han de poner los medios para que el cristiano que lo necesite se vea confortado con este sacramento, que podrá solicitar el propio enfermo o un familiar.

Basta con acudir a sacristía y solicitarlo o bien llamar por teléfono a la parroquia: 949 214 429.